Yo soy un artista muy antiguo
Bruno Marcos
Yo soy un artista muy antiguo. Cuando nos acercábamos a la inauguración de Nueva York en uno de esos taxis amarillos, dos o tres calles antes de la sala, adentrándonos por Chelsea, aparecían unas vallas publicitarias tomadas por un artista. En una ponía en grandes letras negras sobre fondo blanco : “Sólo te amo a ti, Paula” y en otra exactamente igual, una calle más allá,: “Tú eres la única mujer para mí, Cristine”. Dos o tres manzanas más adelante mi obra sobre una pantalla de plasma, tras el disfraz postmoderno, no quería sino mostrar mi deseo de rejuvenecer el rostro de mi padre.
El caso es que no se me entiende, se me confunde con un vanguardista cuando yo soy un clásico, el muchacho de las vallas de Nueva York hipoteca la posibilidad que le da el arte para hablar del amor –gran amor- para hacer un chiste o para contar que no tiene una experiencia del amor total sino que le es indiferente que le pongan delante a Paula o a Cristine.
Sobre la escultura que expongo estos días mi hermano me comenta:
“El pretendido niño de tu escultura me da un poco de miedo, creo que porque me sugiere castración: blanquecino o sin sangre, decapitado, sin músculos... además está sobre una banqueta de la que puede ser arrojado. Para compensarlo mantiene erecta su pierna derecha (erecta, recta, derecha). Es una síntesis del desafío desde la impotencia, incorporando al desafío mismo los miedos que conlleva.”
“Muy bien –le respondo- tienes dotes para la crítica de arte... tienes razón, siempre la habías tenido: todo es psicoanálisis..."
“La palabra que buscaba -prosigue- es lívido: el niño está lívido, sin sangre (¿lívido-libido? caigo ahora), excepto en el cuello, para que se constate bien la decapitación.”
“¿No crees -respondo yo- que, siguiendo tu razonamiento, el niño sea de semen?. Ideé la obra al ver, en una nave de objetos de rastro, un grupillo de maniquíes, al final del verano pasado cuando habíamos decidido tener un hijo pero sin tenerlo aún. Ahora veo que además tiene ese componente doble de ser una incógnita su rostro y todo él y el ser un poco descabezado uno para arrojarse a la aventura de la paternidad sin espantarse y sin un conflicto metafísico. "
Lo mejor de todo es Melón que si entiende que yo sea un clásico y convoca su narcisismo a través del mío en una ilusionante y tétrica premonición, dice: “Cuando hagan la película de la vida del cuervo, ¿qué actor me interpretará?
Yo soy un artista muy antiguo. Cuando nos acercábamos a la inauguración de Nueva York en uno de esos taxis amarillos, dos o tres calles antes de la sala, adentrándonos por Chelsea, aparecían unas vallas publicitarias tomadas por un artista. En una ponía en grandes letras negras sobre fondo blanco : “Sólo te amo a ti, Paula” y en otra exactamente igual, una calle más allá,: “Tú eres la única mujer para mí, Cristine”. Dos o tres manzanas más adelante mi obra sobre una pantalla de plasma, tras el disfraz postmoderno, no quería sino mostrar mi deseo de rejuvenecer el rostro de mi padre.
El caso es que no se me entiende, se me confunde con un vanguardista cuando yo soy un clásico, el muchacho de las vallas de Nueva York hipoteca la posibilidad que le da el arte para hablar del amor –gran amor- para hacer un chiste o para contar que no tiene una experiencia del amor total sino que le es indiferente que le pongan delante a Paula o a Cristine.
Sobre la escultura que expongo estos días mi hermano me comenta:
“El pretendido niño de tu escultura me da un poco de miedo, creo que porque me sugiere castración: blanquecino o sin sangre, decapitado, sin músculos... además está sobre una banqueta de la que puede ser arrojado. Para compensarlo mantiene erecta su pierna derecha (erecta, recta, derecha). Es una síntesis del desafío desde la impotencia, incorporando al desafío mismo los miedos que conlleva.”
“Muy bien –le respondo- tienes dotes para la crítica de arte... tienes razón, siempre la habías tenido: todo es psicoanálisis..."
“La palabra que buscaba -prosigue- es lívido: el niño está lívido, sin sangre (¿lívido-libido? caigo ahora), excepto en el cuello, para que se constate bien la decapitación.”
“¿No crees -respondo yo- que, siguiendo tu razonamiento, el niño sea de semen?. Ideé la obra al ver, en una nave de objetos de rastro, un grupillo de maniquíes, al final del verano pasado cuando habíamos decidido tener un hijo pero sin tenerlo aún. Ahora veo que además tiene ese componente doble de ser una incógnita su rostro y todo él y el ser un poco descabezado uno para arrojarse a la aventura de la paternidad sin espantarse y sin un conflicto metafísico. "
Lo mejor de todo es Melón que si entiende que yo sea un clásico y convoca su narcisismo a través del mío en una ilusionante y tétrica premonición, dice: “Cuando hagan la película de la vida del cuervo, ¿qué actor me interpretará?
7 Comments:
Me gustaría conocer al jurado que voto en blanco.Tal vez sea lo más interesante de esa muestra
Me gustaría conocer al jurado que voto en blanco.Tal vez sea lo más interesante de esa muestra
Larsen, se te ha subido a la cabeza el papel de crítico anónimo y extamporáneo para mezclar churras con merinas y usar confidencias intrascendentes en un posible ataque al ego del cuervo. Mereces un correctivo que no se demorará demasiado, entre otras cosas no será tuya la caligrafía de A.T. que poseo ni la foto de su casa en el campo con lo cual tu operación alevosa quedará bastante deslucida.
Un abrazo del cuervo.
Oooohhhhh! Produce casi tanto placer el bruniario como los misteriosos y oscuros mensajes-daga que se lanzan los ubicuos larsen & cuervo.
Queremos saber donde se puede ver al mórbido. Antiquísimo artista, no lo pongas fácil, deléitanos con un misterio.
Definitivamente Melón es un el Falo arquetipo, la gran polla social, un miembro del pueblo y para el pueblo.
El programa va camino de consumarse. Tantas circunvoluciones invierten el programa . El blog es un tunel en el tiempo: del logos a la mitología. Tiempo en sentido circular. Dioses, Héroes y coro.
Pido humildemente en público en este Brunario(genial este término del u. anónimo) disculpas al Cuervo por extralimitarme en mis opiniones y por la falta de discrección.Bendito silencio!
Estoy a su disposición para lo que quiera...Que no haría uno por una caligrafía de mi amado A.T.
silencio
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